Colores

Mi mente quedo en negro cuando apresuradamente mi corazón color carmesí quiso escribirte.
El marrón de tus ojos describen un alma cándida, pura que vive y se posa sobre tu hermoso templo.
Alma y templo que me inspiran, la primera (tu alma) a correr por verdes praderas mientras que me siento el hombre mas afortunado, suertudo y bendecido de este colorido planeta tierra. El segundo (tu cuerpo) con su inusual, perfecto, y divino tono de piel blanco, me inspiran, aunque ademas de inspirarme debo aceptar que este me tienta a hacer consigo cosas muy buenas.
Es convencional el decir que se sienten mariposas en el estomago, una analogía que no se asemeja a lo que verdaderamente siento cuanto nuestras manos se entre lazan. Yo siento guacamayas, aves que viajan desde México hacia mi vientre haciéndome sentir un sin fin y desconcertantes emociones traidas directamente desde un hermoso y cambiante cielo azul.
En este punto de mi escrito, la morada tinta de mi pluma es escasa, pero la felicidad rebosa de mi corazón como si de trasparentes ríos se tratase.
Todo esto y mucho mas es lo que siento y quiero escribirte a ti mi hermosa Laurel.
El rió desemboca en el mar,
este escrito desemboca aquí sin mas.