LA NOCHE

Como suavizada la noche es golpeada por el frio.
Las ya nombradas son tan largas a veces
que prosigo a intentar retenerlas
para encontrarme con su misterio, secretos
de mares infectados por la angustia
se resumen en ellas.

El día en cambio no me dice nada, no me inspira,
ni despierta frases inconclusas disfrazadas de poesías para mí.
Volveré a hablar de ella, la noche, porque golpeada me desespera
como iniciando una breve conversación en la que yo soy el protagonista.
No como el día que excluyéndome les da paso a varios personajes
que consumen el guion de mi historia.

La incertidumbre, por otro lado, plagia mis ideas, las copia, las borra,
en palabras coherentes se otorga el crédito así misma por las cosas
que siempre he soñado.

Ella, la noche, seguirá ahí dictándome cada palabra como
entonada por el viento a ecos de un frio oscuro por donde esconde su magia.
Yo seguiré escribiendo lo que su voz me propone, porque ella es soledad
como mi vida en el día, como mis sueños en un atardecer y como mi alma
en la oscuridad.

Entonces el avance del alba contrae mis deudas con el tiempo,
no sé si soy deudor o dueño de todo lo que digo, pero pasare por la arena
dejando huellas como pistas para que quizás alguien las encuentre
O tal vez el mar se las lleve como un profundo mantel de recuerdos.