Cincuenta segundos
Cincuenta segundos del sueño al frío despertar,
calamidad marcada, síndrome del bienestar.
Ya no me obedecen mis cadenas,
¿por qué sentir y no poder callar?
La vida es un demonio aburrido
que se ahoga al respirar.
Si me marcho es porque mis alas odian volar.
Si no sigo es por piedad,
por no provocar heridas,
por respeto a la soledad.
¿Por qué no esconderse? ¿Cuál es el símbolo de la verdad?
Si me refugio entre tinieblas, preocupaos de vuestro pesar:
Allí no encontraré respuestas,
más las preguntas se quedan mudas en la oscuridad.
Esa rosa no busca dormir en tu boca, ya decora mi ataúd;
sangre estancada entre la roca, víctima de la quietud.
Sólo deseo ser ese instante preciso,
aquel donde el recuerdo se abraza al olvido,
ese recoveco herido
que gasta su último aliento en silenciar al mundo con un quejido.
Es mayor el miedo a despertar
que a quedar atrapado en el sueño,
mayor el miedo a luchar
que a ser de las derrotas el dueño.
El amor es un espejismo,
un manto de seda que cubre la realidad,
una fábula que el dolor se cuenta a sí mismo,
farsa impune de la humanidad.
Escucha doncella: No soy yo quien busca el final,
es él quien se apresura a encontrarme
y no tiene por costumbre errar.
Mi calor no late en el éxtasis sino en el desprecio del fin;
el silencio y la tristeza que estallan tras la ovación,
la mirada del preso que no encuentra redención
y llora desconsolado ante su infecto jardín.
Esta oración no es certera,
súplica del príncipe frustrado.
Escucha el gemido de la calavera:
El cráneo se avergüenza de su pasado.
Comentarios & Opiniones
Letras que se leen en segundos , de principio a fin, todas las estrellas y un cálido abrazo poeta!!!
Gran placer la lectura, saludos.