La Encontré

poema de Soco

Yo la encontré. Estaba rota por todos lados.
Una muñeca nueva destartalada desde la cabeza a los pies.
Toda la miserable vida le había pasado en el comienzo.
El abandono, la violación, el abuso, la mentira, el engaño,
la soledad y el despreciable rechazo de la sangre.
Yo la encontré y tuve la voluntad infinita de recomponerle los pedazos;
no se paraba, caminaba con viento,
perdía tela desde su costado izquierdo,
y había roto todos los espejos que sinceramente la enaltecían.
No fue lastima, ni fue caridad;
fue fuego.
No fue compasión o impulso religioso;
¡Fue fuego!
Ardió la corteza seca
de mi soledad de chango gastado y apagado
por la sequía de la vida,
para incendiar de luz los días ligeros.