El pico

Madrugada cósmica y oscura
alas de algún ángel sin montura
tu llanto difuso ¡Oh, cruel tortura!
Penetra el abismo sin cordura.

Tus lágrimas se derraman incesantes
tu cuerpo ya no busca más amantes
vestido blanco dejas caer al suelo
te abres desnuda sin consuelo.

La luna besa el ventanal
solo buscas ese amante espectral
tus manos cual fino cristal
bajan por tu bosque nocturnal.

Cual misteriosa ave: pico, mente
se posa en tu deseo: carne, amante
abre la rosa pálida abismal
el pico penetra el umbral.

Atrás quedó el altar abandonado
y tu esperanza de amante enamorado
un misterioso pico te enloquece
con una caricia que estremece.

De "Deseos de invierno y muerte. Poesía" (2018)