Tan allá y tan lejos.

poema de Luit Pold

Lo precioso de una despedida en un día cualquiera
es que probablemente antes hubo una historia…

No me imagino a mí mismo mirando al norte
con ojos de escape, de oportunidad,
y un nudo sofocándome a media garganta de las despedidas que me llevo,
o las que dejo atrás, cargando un puñado de ilusiones en los bolsillos
y otras más en los puños, en caso de atraco defenderlas con las lágrimas si es necesario.

No me imagino delineando el desierto
donde crecen gritos de las personas que algún día dejaran de callar,
arropado con la arena cálida y hablando de intentos,
luchando con las brasas al rojo vivo de la tarde,
ni soportando el insomnio de las veladas que bostezan hasta dormirnos,
luciendo el miedo y la desesperación en la comisura de los labios resecos
a falta de democracia.

No soportaría la insolencia de los amaneceres
ni el margen de error de algún dios en consideración nuestra,
no me atrevería a seguir avanzando sin abrazar un cactus primero,
o mirar al horizonte señalando a la esperanza como el resto,
con la suerte picándonos las costillas,
llevando a la muerte por compañera,
y sin mirar al cielo avanzar entre bestias y muros.

no creo que vaya en busca de un sueño
cuando soy rehén de la necesidad.

Comentarios & Opiniones

Yan

Un gusto leerte. Saludos.

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