TEMORES E INQUITUDES
Cuando contemplo con fascinación
ese gran escenario incomparable
de nuestra madre la naturaleza;
compruebo que interpreta su función
cada cual con su sello inimitable.
Para lucir su efímera belleza,
sabiendo con certeza
que sus pétalos pronto se marchitan;
su humilde aportación hacen las flores
y a alegres despertares nos invitan
con sus trinos los leves ruiseñores
sin que nada perturbe su existencia.
Y todo me conduce a la experiencia
que estar mortificado es pernicioso;
pues ser de una amenaza prisionero
que ni gozar siquiera nos permite
si se muestra el destino generoso,
pensando que no sea duradero
y por tanto, la dicha se limite.
Que a veces resucite
aquellos ya enterrados sufrimientos
temiendo que nos vuelva a acontecer
al ser esclavos de los pensamientos;
es algo que nos llega a enloquecer.
Vivir cada momento es lo seguro,
que el ayer ya se ha pasado, y el futuro…
¿Quién puede anticipar el porvenir?;
pues fuere lo que fuere, necesario
será con dignidad hacerlo frente
y tu solo podrás intervenir.
La vida es convertir en un calvario
sumirse en la zozobra permanente.
Alejo de mi mente
aquel macabro verbo intransitivo;
porque pensar en él me desespera
y me tortura el alma sin motivo
puesto que el alma es imperecedera
y cambia solamente de morada.
Jamás podrá morir, morir no es nada.
Comentarios & Opiniones
Magnífica obra estimado Poeta, sin dudas no hemos de atormentar nuestros pensamientos con lo pasado y el futuro?? NO, entonces que maravilla contar con el regalo de la naturaleza para saber que la vida de hoy vale la pena,un saludo cordial José María
Xio. La vida siempre vale la pena. Un afectuoso saludo.