CADA COSA POR SU NOMBRE
Quizá peque de prudencia
si se trata del amor,
desoyendo ese clamor
que intenta con insistencia
suplir aquella carencia,
de un alma desengañada
por un ingrato recuerdo
y se muestra desdeñada.
Por eso precisamente
a dar siendo verdadero
tres cuartos al pregonero
he sido y soy reticente.
Opino que no es prudente
hacer de la intimidad
que atañe tan solo a dos
constante publicidad;
si unido amor y pasión
que por ser fundamental;
lo eleva de forma tal
que puedo con fundamento
decir que es un sacramento
aquello que ha provocado
el éxtasis de dos cuerpos,
sin que sea equiparado
al simple pronto instintivo;
poniéndolo así a la altura
de improvisada aventura
un acto a veces lascivo.
Por ese solo motivo
de una forma ponderada,
no apelo a la moralina
que se juzgue trasnochada;
mas es justo que se llame
cada cosa por su nombre,
que muchas veces al hombre
su ego le que proclame
sin que nadie lo reclame
su gran ímpetu amatorio;
lo mismo que Luis Mejía
en pugna con Juan Tenorio.
Comentarios & Opiniones
Interesante con respecto a ese par de personajes nobles patanes ,que a raíz de una apuesta desencadenan una tragedia.