Del alma.

Buscándote por el camino,
cuan importante eres,
ya lo sabes bien.

Navegando un remolino,
de emociones y saberes,
mas te escondes bien.

¿Qué soy yo sin ti?

No más que un continente,
amargo y resentido,
buscando un contenido.

Sin pasado ni presente,
pues los di por ti.

Entonces, si no te encuentro,
¿cómo escribo?,
¿cómo existo?,
¿cómo siento?

¿Acaso existes?,
o me mentiste,
ese día en que dijiste
que de ti solo era un quiste.

¿Cómo sé que no me mientes?
Si cuándo busco en mi interior,
no te encuentro.

¿Cómo sé que no me tientas?
Si cuando miro alrededor,
no te siento.

¿Cómo sé que me faltas?
Si cuando grito, lloró y río
no hay ningún escalofrío.

¿Acaso existes?
No lo dudo.

Mas si dudara,
y te olvidara,
¿seguirías existiendo?