Mi petición para vos

(“Hoy o mañana, no sé,
de atuendo milagroso vendrá ese anhelo;
la vida solo solloza esta tarde
porque el llanto sucumbe ante una sonrisa”)

Riega las semillas de mi felicidad,
fertiliza con tus mimos
toda mi árida, mi sedienta tierra
ansiosa de sentir la lluvia de tu amor.

Cuida mis pasos,
mi alma encomiendo a tu cariño
para sobrevivir al olvido
y sentir por vez primera el calor de tus brazos.

Brilla estrella mía,
mi estrella del mediodía,
anida en cada amanecer de mis ojos
entra por ellos, y camina tiernamente
a tu hogar, allí en mi corazón.

¡Hazme fuerte, porque muy débil soy para vos!
¡Protégeme!
En una caricia tuya escondeme...