LA LEY DEL CONCRETO.

Como lobo, sin aliento,
Quebrado y roto
Frente a la ley del concreto.
Vencido por cerdos
Por la sed y cansancio,
Vencido y caído
Por las rocas, arremolinadas
Dentro de su alma.
Sancochado y cocido vivo,
De nada sirvió lo afilado
De su hocico y colmillos
De nada sirvió lo taimado,
De su oficio y sigilo Ofrecido.
La dilatación en sus
Pupilas crece,
Crece el vacío en sus pulmones
Secos, como lomo cabalgado y
Abatido.