Apaga los Cacles, Teto! ( Relato Humorístico )

Teto era un Chihuahuense muy gracioso, medianamente colérico, pero buena persona .
Tenía por compañero de oficina a un plebe capitalino llamado Daniel, quien era el capturista de datos y a quien le encantaba hacer enojar a Teto.

El asunto es que Teto se ponía siempre de pechito!
Porque todos los días se calzaba unos zapatos muy ruidosos;
hacían un rechinido muuy peculiar y aquel plebe tan travieso siempre le gritaba desde el otro lado del recinto:

- Ya apaga los cacles, Teto!!

Uuuff, tenía harto al pobre Teto !. Ya sabía que , en cuanto asomara desde el umbral de la puerta, el plebe le gritaría:

- Ya apaga los cacles, Teto!

Un Sábado que fueron a trabajar , a Teto se le ocurrió vengarse del fastidioso plebe capitalino y decidió gastarle una pesada broma.

Le metió al cajón del escritorio un ratón muerto!
Olía asqueroso el roedor, Y ni hablar de como lucía!
Pues ná, que al llegar Daniel el plebe, se acercó a su escritorio, encendió el ordenador y se puso a teclear a la vez que silbaba "Rain " con singular alegría.

Teto lo espiaba tras un biombo de piel que separaba sus cubículos, pero el desgraciado plebe no caía! No abría el cajón!
Teto decidió darle una ayudadita a su plan, y entonces le pidió prestado un lápiz al plebe Daniel, quien le contestó que lo tomara de su cajón con toda confianza.

Después de repetirle un par de veces Teto a Daniel que le prestara el lápiz,
Daniel abrió el cajón, tomó el lápiz, cerró el cajón y le entregó el lápiz a Teto,
quien, con los ojos redondos como platos, no entendía qué había sucedido!

- Ah...por cierto, - dijo Daniel a Teto - te dejaron un recadito en tu portafolios...

Teto abrió su portafolios y... El susto de Teto no se hizo esperar! ipso facto fue al sanitario a hacer arqueadas.

Ya se retiraba Daniel y, al pasar por el sanitario donde aun se hallaba Teto , le gritó:

- No olvides apagar los cacles, Tetoooo!!

En cuanto salió de la oficina, Teto fue directo a comprarse unos zapatos nuevos.