Madre hay una sola
Madre, dulce tesoro de amor sin igual,
en tu mirada se refleja un mundo maternal.
Con cada gesto, con cada palabra tierna,
eres el faro que guía mi vida eterna.
Tu abrazo es refugio en las tormentas más duras,
tu sonrisa ilumina mis horas más obscuras.
Eres mi fuerza en momentos de debilidad,
mi confidente en cada paso de mi realidad.
Madre hay una sola, un regalo divino,
un lazo eterno que va más allá del destino.
Tu amor incondicional es un tesoro sin par,
una canción eterna que nunca dejaré de cantar.
En tus manos encontré calma y protección,
en tu voz hallé consuelo y dirección.
Eres mi guía en este mundo incierto,
mi faro en la noche, mi puerto seguro y cierto.
Tus sacrificios y esfuerzos siempre recordaré,
tu dedicación y entrega nunca olvidaré.
Eres mi inspiración, mi ejemplo a seguir,
mi madre amada, mi razón de existir.
Madre hay una sola, y a ti te pertenezco,
en cada latido de mi corazón, eso reflejo.
Gracias por ser mi roca, mi apoyo y mi luz,
te amaré por siempre, mi querida madre, sin fin y sin cruz.
Comentarios & Opiniones
Qué bella obra de reconocimiento y amor a una madre. Efectivamente incomparable su lugar en la vida. Muy grata lectura.
Felicitaciones para dos, gracias a ella tenemos vuestra existencia y fina pluma.
Saludo cordial y hasta nueva publicación.