Calma.

Este enigma, profundo y peligroso,
del mar de mis subidas y bajadas
ya no descubrirá con su retiro
la playa de tu ser, nunca, jamás.

Este charquito azul, el de mi sangre,
no mecerá tu barco con su espuma,
no sentirá el desgarro de su quilla
ni posará en sus redes más milagros.

Ahora que no oxida tu desdén
la sal interminable de mi océano,
parece que el Levante sopla tregua.

Sin faro, agitadas y angostas
mis aguas soportaron mil inviernos
y de repente, hoy, la primavera.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Es como una tormenta brava en medio del océano,un gusto pasar.saludos

Critica: 
Pilar

Esa tormenta pasa ,esas aguas agitadas de repente se calman y entonces vuelve la calma ,un gusto leerte un abrazo

Critica: