La mujer que renace en mi
He sido firme, he sido justa,
he sido leal, incluso cuando no podía.
Di mi mano, ofrecí el hombro,
y partí el pan sin preguntar si lo merecían.
No porque fueran grandes personas,
sino porque yo elegí serlo.
Ser buena persona no significa ser ingenua,
ser amiga no implica tolerar traición.
Hay una línea que se cruza,
cuando tu bondad es tomada como estupidez,
cuando las risas a tus espaldas se atreven a brotar
incluso en tu presencia.
Ardo con fuego negro,
el mismo que renace del odio y de la decepción.
No soy una mártir, soy una guerrera,
una que no olvida, tampoco se arrastra.
Recuerda quién eres,
no cambies tu brillo ni tu esencia
por el veneno que otros eligen beber.
No apagues tu luz para que ellos se sientan menos oscuros.
No los dejes entrar de nuevo a tu mundo,
una vez que alguien se burla de ti,
no merece volver nunca más.
Soy la mujer que renace,
de las cenizas de la decepción,
resiliente y fuerte,
camino con la cabeza en alto.
Prefiero ser traicionada mil veces,
a convertirme en una de ustedes.
Saludos.






Comentarios & Opiniones
Saludos, Carmen. Tu poema es un poderoso reflejo de fortaleza y dignidad. Tus palabras transmiten la resiliencia y el coraje que surgen ante la traición y la decepción. Gracias por compartir una obra tan intensa y llena de convicción. Abrazos.