PENAS

PENAS

todas las penas que me ofrece el mundo
refugio pueden en mi alma hallar;
pero la angustia de tu adiós, amiga
ay!... esa nunca la podré ocultar

Todas las dichas que me dió la vida
fueron el fruto de tu tierno amor;
por eso el día que te fuiste, amiga,
sintió mi vida su mortal dolor.

Tú fuiste buena con mi vida un día,
mas con los años el cariño muerto
como una sombra se arropó en la sombra
quedé ay!... de penas, de dolor cubierto.

Mis horas son de pesadumbres llenas,
para mis días ya no habrá calor;
junto a las noches de mi invierno triste
iré llorando mi lejano amor.

En esta oscura soledad me queda
una enseñanza de lo que es dolor
porque en las ramas de mi alma anidan
sólo tristezas, pero nunca amor.

Carlos Zuluaga