El tren.
Con mis rojas manos ate mi desnudo cuerpo
A los fríos rieles de un tren
Esperando de esta forma
Mi viaje fuera de este mundo material
Podía escuchar el trepidar de
Los estáticos rieles negros
Oía el chirrido de viejas ruedas metálicas
Encendí un cigarrillo y espere funesto fin
Espere paciente la llegada de mi tren
Pero tardío no llegaba
A lo lejos solo se escuchaba
La risa burlona de un conductor invisible
Parecía burlarse de mi espera
Ausente la palabra del corazón de los siglos
Levante los puños furiosos y jure...
Tu, conductor arrogante conocerás mi furia ciega
Las alas comenzaron a crece dentro de mi alma
Y como un ángel vengador y furioso
Volé hasta oscuro tren que nuca llegaba
Dispuesta la espada ardiente
Cobraría semejante afrenta
Y en impetuoso vuelo del destino
Divise a el afrentoso conductor y su tren
Con ojos de furia loca
Divise la burlona silueta
De atrevido conductor y noté....
Solo era un niño que risueño
Jugaba a ser hombre en imponente tren
Apiadose de el mi alma
Y tierno lo tome en mis brazos
Mientras el cielo caía a pedazos.
Comentarios & Opiniones
Muy hermoso y aleccionador poema-relato, hermano Carlos. Seguiré tu obra.
¡Qué lindo!....., descriptivo, la ira se convirtió en ternura ante la imagen de la inocencia, un placer la visita mi querido Carlos, feliz noche.
Caballero, encuentro con gusto la lectura de vuestra obra puntual y descriptiva.
Reciba mis cordiales saludos.
"Solo era un niño que risueño
Jugaba a ser hombre en imponente tren
Apiadose de el mi alma
Y tierno lo tome en mis brazos
Mientras el cielo caía a pedazos."
Gran cierre
Gracias hermano ángel por tu visita, un abrazo gitano desde Venezuela.
Xio ya es demás decir que valoro gratamente tu comentario y tus aportes, abrazos desde la distancia.
En hora buena Dama Azul,gracias profundamente por tu cordial visita.