Anacoreta.

Y así comencé mi travesía por el desierto del mi mismo
Se me antojaban difíciles las dunas ardientes
Que quemaban mis pies descalzos,cristales de arena brillaban
Bajo el implacable reflejo de helio.

Unas gotas de sudor corrían por mi frente marchita
Gotas que desaparecían antes de tocar la arena
Mis ojos engañados por visiones etéreas anhelaban
Una corriente fresca de aire que calmara mi sed

Pensé en Jonas y la planta de encina que refrescara su frente
Y me pareció ver odioso gusano que roía sus hojas
Que de apoco se fueron marchitando y muriendo
Su enojo iracundo y la respuesta divina
Pasaron por mi mente como una vieja película de blanco y negro

A la lejanía una montaña que azuzó las ganas de seguir
Después de un tiempo que pareció siglos llegue
Al pie de mi misteriosa montaña azul y de rodillas implore

A el Dios del universo que hasta ese entonces parecía
Inconmovible ante mis plegarias, olvidándose para siempre de mi...
Despreciable gusano, vil criatura ignorante de las verdades eternas

Un silbido un murmulló y ante mis ojos
Agigantados, una choza sublime se materializaba.

En la puerta un anciano de años me escrutaba
Sus dedos como de arena y el fulgor de sus ojos el desierto ígneo
Su cabello nieve añeja, caída eones atrás

Una pausa imperial y aquel anciano
Abrió su boca de siglos y pregunto

¿ que pretendes buscador, adentrándote en la inmensidad del abismo no sabes que las orillas del camino están tapizadas de millares de huesos y calaveras de valientes ?

Desde el fondo de mi alma la respuesta desgarro el miedo inicial y respondí

Busco una piedra, oh maestro del ayer

Anacoreta: es que acaso alucinas, no viste millares de piedra en tu camino
Tamaños y formas miles y haces semejante travesía por ella ?

Yo: no me tomes por vano maestro, pero la que yo busco es sin igual
Es pequeña de un color negro azabache fue parida hace
Millones de años y en las entrañas de la madre esta.

An: niño, cuando las primeras palabras fueron dichas la piedra
Fue un símbolo poderoso, no hay espadas forjadas por el hombre
Que pueda hacer mueca en su faz, frente a ella orgullosos reyes se..
Estrellaron y reinos enteros fueron pisoteados
¿ como sabes tu de su existencia ?

Yo: yo nada se maestro del silencio puro, el espíritu que todo
Lo busca me lo dijo....

An: ya veo, bajaste como niño y saldrás como iniciado
Y dime que harías con semejante poder ?

Yo: no lo se maestro, el espíritu me guía, el sabrá que hacer

An: eres valiente no lo niego, pero la torpeza de tu niño interior te ciega
Se te fue dada hace tiempo atrás, pero no sabes el poder que contiene y como usarlo
No eres vanidoso, la codicia no duerme a tu lado, por eso se te permitió llegar
Hasta aquí, pero todavía no estas listo.

Sumido en profunda meditación fui abriendo los ojos lentamente
Todavía podía divisar la sonrisa paciente del anciano
Y un cumulo de sentimientos bullían dentro de mi.