Somos. Eres. Soy.

Somos cercanos
en un tiempo y un espacio.

Somos en el abrazo
en la sonrisa con respuesta de dientes brillantes
de ojos abriendo puertas
de oídos sosteniendo corazones
Somos cuando un nombre suena en el aire vacío
y el eco responde con humo
sabor a cigarro mentolado
y alguien pide una u otra quemada
y se enciende y se consume y se cae en cenizas
y una boca en un cuello y un cuerpo en el otro
y una caricia y un rasguño y una cama desarmada
Somos en la mente del extraño recordando
pensando soñando
en el corazón que bulle
en el sexto sentido que se estremece sintiendo
presencias inexistentes.

Eres lejana a mi
sin mi tiempo sin mi espacio.

Eres de colores combinados en armonía
de la perfección inexistente
de bulevares vistosos y rimbombantes
lógica sin discusión
axioma de mujer irrevocable
Eres fuego en el deshielo
ventisca en el desierto
enigma de puntos suspensivos...

Soy lejano a ti
sin tu tiempo sin tu espacio.

Soy el arte sin sentido
haciéndome pasar por posmoderno
cliché de hombre
en canción cebollera
Soy libro escrito en la mente del autor incógnito
que nunca fue leído
hojarasca quejumbrosa
en pueblo desvencijado

Somos. Eres. Soy.
Al final del día
ni cercanos ni lejanos
no hay tiempo ni espacio ni nada
solo Soy
solo Eres...
pero Somos.