Poema 43/ 2017

Haré que encrespe las olas el océano que nos separa
haré que enamore al cielo, una fragancia en el viento
haré que el silencio hable y te diga que me faltas;
y todo eso hará el milagro, para que tiemble tu cuerpo.

Haré que nazcan las rosas aunque no quieras amarme
haré hablar a la guitarra, que hoy es muda en el concierto,
haré renacer las ansias y que queme la palabra;
y tu volverás a amarme, hasta que tiemble tu cuerpo.

Haré llorar la montaña para perfumar el aire
haré que el color disfrace a la luz con desespero
haré que la noche sueñe que es novia de los celajes;
y tú entregarás amor, hasta que tiemble tu cuerpo.

Haré la espuma rozar la punta de tus cabellos
haré a la arena borrar, las huellas de nuestro encuentro
el tiempo podrá pasar y se llenará de miedo;
pero tú me esperarás, para que tiemble tu cuerpo.

Haré el silencio explotar al conjuro de unos besos
dejaré que la bondad derroche su magisterio
llorarás, me extrañarás y querrás que sea tu dueño;
y no me podré negar, haré que tiemble tu cuerpo.

Volveré el mundo especial, porque tú te lo mereces
reina de la soledad, serás princesa en las nieves
muchos vendrán a decir que esperarme fue un infierno;
pero tú serás feliz, yo haré que tiemble tu cuerpo.

Zadomen