Virgen del Rocío

A la virgen del Roció, nunca la vi tan guapa,
ni a el, el sin pecado divino, con tanto señorío,
al pasar por Triana, a las orillas de su rió.

Tu, marismeño, que caminas entre brasas encendidas, que
despiertas al alba, bajo la sombra las encinas,
que con cariño, haces el camino y le pasas por el agua a tu caballo,
guiándolo, como un bendito, aguardando en tu caseta,
cuando para tu carreta, al compás de una
una saeta y no dejas que ninguna se te pierda.

una carreta con dos niños,
llevas en tus varales, porque cuando el rocio se acerca,
se quieren ir contigo

vigila carretas, carretero,
que tenemos que ir a verla.
que ya se esta vistiendo pa su madrugaita Rociera.

se acercan a su reja, sus rocieros,
al ver que ella llora por que necesita de ellos, la gran pastora.

los bueyes de las carretas, que bailando vienen, al sonar de las saetas,
las sevillanas y los tropeles también vienen a verla.
por que es la madre de dios, y es de Andalucía la gran reina.

Esta noche, en Almonte hay una fiesta,
por sevillanas baila una orquesta, al otro lado del rió,
que Sevilla es alfarera, y Triana manto dormio, de la Virgen del Rocío.

y en estas letras que son para ella,
con el cariño de un rociero, que estando lejos de ella,
sueña con verla por el mundo entero, la dejo mi admiración,
y expongo de mi, mi mejor poema, y todo mi corazón, que de sobra es para ella,
por que como yo no se cantar saetas,
desde atrás en las casetas, aclamo su poderío y como,
cantar no es lo mio, nada mas que me queda lanzarle,
1000 oles a mi virgen del Roció..