MEMORIA DE UN PARAÍSO

¡Y como no recordar, aquellas hermosas palabras!
que van clavadas, en lo más profundo de nuestras almas
clavadas, cual pescado en aquel feroz anzuelo
donde dice “pongo nuestro destino y el del pueblo,
bajo la protección de un gran cielo”.

Palabras de José Bernardo de Torre Tagle
quien una mañana de eterna primavera
proclamó la tan abnegada ¡Libertad!
libertad de una ciudad ¡Memoria de un paraíso!
un paraíso cálido, admirada por la humanidad!

Que el verbo de esta majestuosa cuidad de Trujillo
se ve reflejado en su gran monumento a la libertad
reflejado en su gente perseverante y luchadora
tan fría y callada, como aquel grito a la Libertad.

Libertad que fue creciendo con el paso de los años
entre lágrimas de niños, hombres y mujeres
azotadas, golpeadas con el pasar de los tiempos
entre poemas, cantos y marineras
entre los Chimú y los grandes Mochicas.

Y así se hizo grande y así seguirá siéndolo
con su gran placa y monumento a la Libertad
su majestuosa catedral, su casa de la emancipación
con sus lunes de shambar, sus veranos de marinera
sus cartas de san Martín, y los grandes héroes ¡Húsares de Junín!

Con su gran balneario de Huanchaco
y sus ruinas de Chan Chan
se escucharán y retoñarán en cada primavera,
en cada esquina de la plaza, en los balcones
¡Viva Trujillo! ¡Viva la Libertad!