Ecos
poema de Boris
El rugir de las montañas,
esos ecos frívolos y cálidos
que ayer me cobijaban
que hoy son extraños
Furor de vientos entrecruzados
sinónimos de tu alma eclipsada
plácida en el dolor almidonado
sobre el vidrio quebrantado
Invisibles ráfagas de encanto
unes mis piezas apaciguando
como consoladora de llantos
como de la noche, es el ocaso
Ambivalentes sonrisas
de la rígida brisa
respiras y me acaricias
espiras y me lastimas
El arder de las montañas
con sus abrazos de fuego
incinerando mi alma
y fundiendo mis hielos
Tus vientos de brújula
apuntan hacia la luna
donde hemos pisado
mas nunca regresado
por eso prefiero las montañas
aquí la soledad me acompaña
ausente entre los presentes
ecos tuyos que me aguardan





Comentarios & Opiniones
Bella obra, con lenguaje límpido, ritmo cristalino, tema desarrollado con lúcido intimismo y agradables y justas metáforas. La textura es suave y con gran fuerza sentimental Un gusto es leerla. Saludos y mi respeto para usted.
Invisibles ráfagas de encanto
unes mis piezas apaciguando
como consoladora de llantos
como de la noche, es el ocaso. Un placer leerte Boris. Saludos.
Claros versos en su forma estructurada y musical.
"Invisibles ráfagas de encanto
unes mis piezas apaciguando
como consoladora de llantos
como de la noche, es el ocaso"...
Reciba saludos cordiales.