QUERIDO ESPIGON DEL RIO
QUERIDO ESPIGON DEL RIO
Querido espigón del rió, tenia 10 años, no más
Cuando mi padre y su caña, me enseñaron a pescar
Tenía tan pocas penas, ni aventuras que contar,
Tenía un perro atorrante y un mecano para armar
Las mañanas eran gratas y las tardes una paz
Mi diversión preferida, mi cañita de pescar.
En este lugar querido, fui feliz en mi niñez
Y hoy en plena madurez, hasta tu entrada he venido
A traerte a mi hijo, a traerte mi ilusión
Y a buscarlo a mi viejo, en tu querido espigón
Ya lo veo con su altura, y su lento caminar
Su sencilla indumentaria y su caña de pescar
Ya se que es solo un recuerdo, pero me quiero quedar
Pensando que me esta viendo y me dice “¿como estás?”
Quisiera que mis cenizas, se esparzan en este lugar
Para poder perdurar sin techos y sin paredes
Y seré feliz con ustedes
Cuando vengan a pescar.
A Don Osvaldo y a su querida memoria y a ese chico de ojos asombrados y pocos
Juguetes, pero de una infancia feliz como pocas.
A Gonzalo, mi único hijo varón, mi orgullo y continuidad de mi apellido y seguramente quién irá algún día a pescar con su hijo, como yo fui con él.