Sombras en las Nieblas

En el rincón olvidado de la ciudad,
donde las calles susurran secretos,
vive una pequeña niña, huérfana de risas,
cargando el peso de un hermano perdido.

Su hermano más pequeño, un destello de inocencia,
se desvaneció en la bruma de un parque solitario.
La sociedad buscó en los recovecos del tiempo,
pero solo encontró sus huellas en el aire.

Ella, con ojos de luna menguante,
sigue buscándolo en las sombras,
entre los columpios vacíos y los bancos fríos,
donde los niños juegan sin saber su historia.

La pequeña amiga, testigo silencioso,
carga su propio duelo en el corazón.
Aquel día, los mejores amigos se volvieron estrellas,
y sus risas se convirtieron en ecos lejanos.

Las noches son un laberinto de recuerdos,
donde las risas y los abrazos se entrelazan.
Ella imagina sus voces en el viento,
sus manos pequeñas sosteniendo cometas rotas.

En el silencio, ella sigue recordando
a sus amigos ausentes, sus risas compartidas.
El tiempo ha tejido un manto de nostalgia
y ella lo lleva con gracia, como un tesoro oculto.