Cinco sentidos

Empezar un poema
diciendo que todo se acaba,
igual que tú respiras
sabiendo con certeza
que algún día no lo harás.
Igual que saboreas
las noches largas,
acompañada del frío
perseguida por tu sombra
y las calles de Madrid
huelen a soledad,
se oye juventud,
se ve angustia
y tocas ganas de morir.
Y cuando llega el día
y el sol sale
sus rayos
personifican el alba.
Pero en tu alma vive
una constante oscuridad,
que no se acaba,
que siempre vuelve.
Me adentro en tu mirada,
penetro tu conciencia,
y la vida es mentira,
el tiempo mata y muere,
matando el tiempo,
desafiando a la muerte.
Fuimos silencio,
silencio turbulento,
y llegó nuestra tormenta.
Fuimos fuego,
y el agua apagó nuestras entrañas,
convirtiendo en ceniza
lo que nos quedaba.
La vida y su ironía,
tú y la vida,
¡Qué ironía!
Mi vida,
tú.