la entrega

Y te vuelves a ir como en tiempos pasados, solo que esta vez ya no hay llanto, ya no duele, ya no pesa, lo único que invade en mi cuerpo, es esa desilusión que absorbe un alma tan lúgubre, por esos momentos que enterraste, me molesta el saber que hay alguien más que está en tu cama. Ala cual le regalas tu tiempo y tu atención se la brindas sin respingar, yo que siempre rogué por un poco de tu compresión, sé que persigues la juventud y la belleza, eso me queda claro, aunque lo niegues eso es lo que más deseas obtener de una mujer, lo que la sociedad anhela, ahora te sobran caricias por montones y desprecias este gran amor que yo te ofrezco con tanta ingenuidad, ¿por qué no lo quieres?, ¿por qué no lo aceptas?
y no puedo mencionarte que nadie te amara como yo, ya que es claro que todos aman a su forma, quisiera que la mujer que elijas para hacerla tuya, se entregue a ti tal cual, sin prejuicios, sin tapujos, que entienda lo que es beber el sudor de un cuerpo lleno de pasión. Ahí lograra saber que lo que tú y ella estén haciendo no lo razona ni el mismo diablo, que el sexo no es como cualquier otro mortal lo ha experimentado, que esto te lleva a una travesía de paisajes y dimensiones desconocidas que solo ustedes gozaran, si así es y si lo logra asimilar sin ninguna duda entonces conocerá ese hombre indolente, vulnerable, generoso, compasivo y clemente.
gozara ver tus ojos y tu pondrás esa mirada que reflejas cuando realmente estas tan cándido y estas en confort, besarte será algo ilusorio, así lo sentí yo, así te viví, que no se arte al oírte y comentarle tal cual ruin es la vida, tan patético es puede ser un ser humano por unas cuantas monedas, aunque la vida aun así siendo tan vana la quieras tanto, que por eso te duele no alcanzarla y por eso sigues quejándote de ella, que cuando entres a su puerta del placer lo goce tanto como yo, que adore el sexo anal, que no tenga miedo a experimentar la perversión de dos amantes que solo buscan un poco de ellos mismo y logran hacerlo sin ser criticados, porque ese delirio de comer un cuerpo hasta hacerlo estremecer sin tocar siquiera la piel no es algo natural, y es casi quimérico someter a alguien de una forma tan obscura.