Y se fue

Te quiero destrozar, me inquieta tanto tu andar,
reprimo mi amar, titubeo y caígo de la canoa,
y al salir ya no te veo, te llevo al mar el Loa.

Que gustó mesernos aunque me trague la lama,
el malestar en la guata, tan inquieta mi alma
y el arte que me llama, y la flama que te ama,
tan desesperada, risueña, se eleva o no se eleva,
yo igual leí sobre el amor en tiempos de guerra.

Eso me eleva, que tengas un amor tan consciente
que me haga intimidar, que no me quieras amar,
que si me quieras amar, que somos tantos y todos,
que todos suman uno, se me prende sin querer,
no puedo evitar la mente, olvido que soy lodo.

Bueno más agrietado que barro, no exijo yo,
exige el corazón, es tan amplio, para todos,
pero sigue siendo un problema eso del amor,
me desligo de los deseos y del caparazón.

Me saco los arapos de la represión,
es momento de ser sólo intensión,
quiero llamar para siempre tu atención,
más es riesgoso a veces no lo decido yo,
cual será la voluntad del caudal y el ego,
se trata de meserse y sin darme cuenta
terminar en tu trayecto, un buen fuego.

Eres lo que le faltaba a la combustión,
necesitaba ya no sentirme muerto...
a eso le llamo yo amar a todo y lo primero,
deseanso sin parar por un pedazo de suelo,
aunque terminas sediendo todo el esqueleto,
sin olvidar esos momentos, la locura de lo eterno.

Que entre todo eso prefiriera un poco de tu tiempo,
que entre todo eso quisiera puro robarte un beso,
anhelan tanto guiarte al sueño mis cuentos,
querer conocer otra alma más que mi cuerpo
y que se vaya, y que sigan inquietos mis dedos,
deseos, deseos, no los pidos, ya no deseo...
si a sido siempre y es honesto lo que veo
terminare sin ninguna duda en tu trayecto,
así como fluyen las letras en el techo.