La biblioteca

poema de Srakkin

Los solitarios, aquellos cadáveres sombríos destinados a la barra
y a los tragos intravenosos que van directo a los espejos asimétricos del borgoña,
delicado el riachuelo de los devotos al arte o al misticismo baja calzones…
Pero solos, egoístas consigo mismo las sombras del desierto.

Los otros en las mesas sociales, y con las jarras de par en par,
enormes sangrados para bombear las oportunidades de la noche.
Las mujeres ya a esta hora aúllan
y a los hombres ya se les caen las ojeras como piñatas pueriles
… Las costillas suenan y el acompañamiento aguarda en Mi Casa, sus casas.

Veo cada luz que se desprende, casi sólidas,
de los tecnológicos aparatos deslenguados que no me dejan de hablar
-Se libre- me dijeron en otro idioma, debo estar muerto para
entender latín y vociferar trabalenguas esqueléticos.

La virtud de la muerte es que la ignoramos gran parte del tiempo,
no solo se muere, más bien se duerme, y no es la gran cosa…
Tampoco una cuestión poética o filosófica para la charlatanería…
Todos sin duda morimos ¿De qué forma? solo los más valientes eligen su
final y los que no la escribimos.

Lo único que es cierto es que el Habana n°7
es más barato acá que allá
donde los lunares del pueblo Ario se suben a los autos
con los rompe botellas, allá donde los excesos son buenos.

Comentarios & Opiniones

Yan

Profundo versar mi querido amigo. Me encantó. Un placer estar. Besos con cariño.

Critica: 
María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Hermosos versos, grata lectura. Saludos.

Critica: