Pensando en ti

Sentado en la banca, solitario,
en el completo silencio de mi mente,
tu voz hace eco.
El viento susurra tu nombre,
y las hojas de los árboles
repiten pequeñas frases tuyas.

El día es lluvioso,
y en la brisa más húmeda
siento posar en mi boca una de tus sonrisas:
un majestuoso deleite
que despierta y expande mi mente.

Miro el atardecer desde aquí,
y encuentro en sus colores los reflejos de tus ojos.
Llenan mi pecho de paz,
de esa felicidad
que mi ser busca constantemente.

Y sigo sentado.
El viento no cesa,
resuena y repite tu nombre,
una y otra vez.
Salto, ansioso,
tratando de alcanzar el sol.
Y tal vez así,
poder tenerte otra vez.