Porros humeantes

Osarios, ¡Uh!
Quien en la oscuridad deambula las tinieblas le acompañan
el campanario con la brisa crea un verso que es vacío en la punta de los labios
y tiritan los tendones y las falanges y la pluma en rayados de escribanos.

Oscuro día de clara noche
faro sin luz ilumina
las tímidas sombras, escurridizas
que en recovecos, se adhieren a pisadas lluviosas
de quien en tumbos
da paso de inciertos en vida
un escupitajo al suelo, a la charca
en la ventana se oreaba el calzoncillo de mañana
copiosa lluvia no cesa, desnudo se irá mañana

Mirar el cielo y su telón
en lo que queda de noche
rutilante se asoman, estrellas que encandilan
cuando las nubes escasean
teta, ubre, ya mamada
las nubes negadas, no escatiman
un celo a la luna que esconde
aura bendita en ésta noche

Hay miríadas perdidas de un te quiero
lontananzas recuerdos que guarecen
haciendo del alma, negra ausente
vacuidad que presiento, va muriendo
sin rumbo y nostalgias, la vida
en carrusel de sorpresa
pernoctas en ira

¡Ay, suicida aniquila!
la esperanza de la soga
tiesa el tiempo pasará factura

Saber que la noria, no termina
es mina en los pies, plisa
cada andar lisonjero de la prisa
la premura que un día fue la pista
sextante guía y mortifica…

saber que también, el destiempo
come las horas del silencio
de segundos se atraganta y en sorbos
de vainas se ahoga en sus prontos
la vida nada peregrino
como pez ahogado en un desierto
mi cuerpo sudado está en los mares

Contar desalientos sin ábacos
sumando los dedos, son muy pocos
quizás las estrellas sumideros
aclaren la noche y sea día
de soles sin lluvias y de arenas
de azules parajes de verdes
de caminos flotantes y de puentes
de fortalezas y blasón que nos proteja
de puertas abiertas a un futuro

Ya contaré los momentos
deshoras y desandares
que atormentan…
los pies escoriados en desparpajos
si acaso no está en ésta prensa dicha
guillotina de vida
y amor sin tierra…
ermitaño seré hasta el carajo

ya no se implora
tampoco lagrimas
no llora

blanquecinos huesos hay en la tumba