Adiós dolor

Flor de espinas que encontré en mi camino, la encontré en un jardín muerto y verla ahí, me dio esperanza, pero resulto que su veneno me hipnotizaba y cada vez me volvía más adicto a sus mentiras. Entre millones de amor me encaje la astilla de tu traición. Quise caminar entre tus cariños, pero tu indiferencia quemaba mis pies y mis intenciones. Eras la única que alimentaba mi alegría y acabaste por sacias mi agonía. Creí que tus pinturas salvarían mis días y solo acabaron siendo garabatos que arruinaban mis momentos. No me llevaste al cielo por amarme, lo hiciste para dejarme caer en el infierno. Confíe en ti entregándote mi navío y me hundiste como el titanic, y dejaste morirme negándome el espacio en la tabla. Creí en ti como mi otra mitad por mirarme a los ojos; resulto que manipulabas mis pensamientos, para llenarme de mariposas falsas.

Me lanzaste por la tabla del barco, me convertiste en alimento para tiburón. Teníamos un futuro juntos y lo arruinaste haciéndolo parte de nuestro pasado que duele y quema mi pecho. Destruiste nuestras ilusiones cambiándome por un bufón, te amé como rey y te di todo como dios. Nuestra taza de amor se agrieto poco a poco hasta romperse. Creí que eras mi Bella; terminaste siendo la bestia disfrazada de princesa que rompió mis sueños. El jardín que plantamos se marchito cuando les conté tu amor temporal. ¿Dónde está nuestro amor?, ¿Dónde está mi amante? Tenía fe en un amor muy diferente al resto, pero tú fuiste la más distante con mis decisiones.

¿Sabes qué?

Con tu despedida aprendí a amarme y a comprender mis metas, entendí que soy primero y que puedo lograrlo todo,

Autor: Arnold Uriostegui Neri

Título: Adiós, dolor.

Hojas en blanco.

Comenta & Vota