QUIERO UN LAMBO
Un Lamborghini Temerario,
recién salido del horno,
sufragado por los gobernantes,
que ellos saben cómo,
con sus gastos inquietantes,
a costa del erario.
Un SUV no es suficiente,
lo goza demasiada gente,
pretendo ser diferente,
a costa del contribuyente.
Los impuestos debemos pagarlos,
nadie lo discute,
los impuestos deben gastarlos
en lo que nos preocupe.
Podría haber elegido
que me pagaran la Seguridad Social,
pero soy un niño pijo
que desea algo diferencial.
Mont, Mont, Mont, atribulado,
vuelve al hogar,
que tienes que saldar
la deuda del Temerario.
Gobernantes, es urgente,
necesito un lambo
para ser emergente
y empoderado,
que el vecino de enfrente
se sienta un pobre diablo,
que el emprendedor diligente
cese en su aura de lozano.
¡Gobernantes, entrad en vereda,
no derrochéis tanto,
no seáis temerarios como mi lambo,
de Vega Sicilia y trufa nívea!
Balaré a favor de esa norma que os desvela,
de pacificación y olvido,
pero dadme el lambo querido,
pasará desapercibido
entre una peña pringada y otra que posturea.
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Ha transcurrido un período muy considerable
sin obtener ninguna respuesta,
admito que la propuesta
por codiciosa resulta inaceptable,
me conformaré con un Dacia, vale,
siempre que le adhieran el apelativo "Panamera".





Comentarios & Opiniones
Ante la estupefacción/ironía/sin mala intención.