EL DESPACHO DE MI PADRE

EL DESPACHO DE MI PADRE

De pino amarillo la mesa y las sillas;
De bambú, los sillones que estaban frente
A ventanal y a dos librerías color arcillas.

En la pared de la izquierda, cara a cara y enfrente,
Un carboncillo y retrato de algún artista
Que amigo, al alma le hizo foto coherente.

Y a la derecha Antonio Machado, arista
De versos llanos y castellanos,
Como sentados con sombrero empirista.

Eran paralelismos primeros planos
Que del periódico ABC sacados,
Eran presidencia en valores no vanos.

Y donde los versos estaban tumbados,
El descanso de guerra que no dejó conversos
Y que tanto poeta dejó frustrado.

Era el despacho bosque en poema y versos,
Mundo de cartas y silencios cortos,
Y destinos que pronto se hicieron adversos.

Y los años cambiaron como abortos,
Rapidez para al afán despedir
Y junto al manzano dejar sueños absortos.

Letra a letra, la tinta era pedir
De ideas, para a la muerte dar un plazo
Y acabar la despedida, que le iba a impedir

Acabar el pastorcillo, que a trazo
De bondad busca la oveja perdida,
-Ramiro, quien cuidaba el rebaño con abrazo-

En Marmolejo, pueblo de agua herida.
Y así miraba yo los ojos del poeta grande
Que ante folios enlunados de vida,

Daba forma al último barro que ablande
La mina de las piedras que eran hojas
Y ojos, cerca de la muerte que nunca es comadre.

Siete años y preguntas rotas y rojas,
Que leían el alma con angustia negra
En garganta de un cáncer con congojas.

Brote de idílica respuesta, que ennegra
El blanco de aquella puerta linarense
Que se abrió, siendo ceguera que a nadie alegra.

Sentir de nacer, carácter jienense
Entre olivares de colores verdes y empeño
De que aceituna sea perla ubetense.

Antonio te haré un despacho pequeño,
Y sólo mesa y silla en miniatura,
Cuando sabía que su beso enseñó.

Se truncó en mitad existencia y estatura,
-porque amor, es para unos el destiempo
Cuando marca con dolorida bravura-

Antonio Martinez de Ubeda

Hijo de Juan Martínez de Úbeda,
escritor, poeta y periodista.