ANOCHECER DE LA NATURALEZA

ANOCHECER DE LA NATURALEZA

Un grillo tempranero anuncia que el sol se va.
Los pájaros, amigos del viento, vuelven a casa ya.

El sol, enamorado, la luna quiere ver,
pero ella se retrasa y no tiene tiempo que perder.

Vestida de blanco radiante de felicidad,
viene la luna acompañada de su amiga la oscuridad.

Las flores y plantas se inclinan como si fuera de la realeza,
no quieren quitar protagonismo a su gran belleza.

Con manto triste y tenebroso viste la noche,
las estrellas de luminosidad le ponen un broche.

Misteriosos y diversos sonidos rompen el silencio y la soledad.
Los grillos, muy activos, interpretan su concierto tan particular.

El aullido de un lobo saluda desafiante a la luna
y acto seguido se va a por ovejas para saciar su hambruna.
Un zorro perdido, baja de lo alto de una gran colina.
Listo y discreto se conforma con atrapar alguna gallina.

Una lechuza con mirada penetrante observa lo que ocurre alrededor,
, lo único que le preocupa, es que no se le escape un roedor.
La mayoría de los animales ya se habrán refugiado.
Llegó el momento de cazadores y rapaces a la espera de algún despistado.

La mayor parte de la civilización se sumerge en un letargo,
Mientras unos se internan en los sueños de su mente,
Otros su descanso aplazarán, pues comienza su jornada de trabajo.
Y siempre habrá alguno que no actúe muy legalmente, saqueando los cultivos del pobre agricultor que día a día lucha con el sol, en su trabajo.

Y de nuevo el sol regresará y la luna no lo esperará.