MANIFIESTO 2.0
MANIFIESTO
A partir de hoy
soy mi propia madre,
ese amor
sin condiciones
por mí misma.
También soy mi propio padre
la protectora más absoluta
de mi integridad,
espiritual y física.
Soy la única ley
que regula mis actos.
Soy además mi hermana gemela,
mi compinche,
mi más fiel compañera.
Soy mi amiga del alma,
la que tiene el valor
de decirme
lo que no quiero escuchar,
la que no tiene envidias
Y puede encender luces,
allá lejos,
en el camino que elija.
Soy mi propio
ángel de la guarda.
Para seguir mi rumbo,
a partir de ahora,
no necesito más
que mirar hacia adentro,
y ver que todo lo que uno busca,
lo lleva en su fuero más íntimo,
guardado y protegido
bajo de mil capas
de mecanismos de defensa,
como un diamante,
escondido de los
ladrones de almas.
A partir de hoy me declaro libre:
de religiones, líneas divisorias,
cuadros de fútbol, banderas políticas,
ídolos y fantasmas.
Me declaro sin bandos,
porque el universo es demasiado vasto
para quedarse con un sólo ángulo
de la visión del todo.
Me declaro libre de epítetos
porque voy a seguir
evolucionando y cambiando
hasta el día de mi muerte,
y no me va a cuadrar jamás
adjetivo alguno.
Yo soy.
Y punto.
Existo.
Juro que
NO VOY
a ser eternamente la misma.
En el mejor de los casos,
seré una versión permanentemente renovada,
mejorada de quien haya sido antes.
A partir de hoy,
mi primer amor soy yo:
me valoro,
me respeto,
me controlo,
me perdono,
me educo,
me enseño
el mejor camino
para llegar a donde quiero,
y quiero ser SOLO UN BUEN EJEMPLO.
Esto no significa
que no haya lugar en mi corazón
para amar a otros,
sino todo lo contrario:
cuando el amor por uno mismo
está libre de egoísmo,
de anteojeras, de caretas
y disfraces,
surge, simplemente fluye
y se replica a sí mismo,
infinitas veces.
Como las estrellas,
que orientaban
a los navegantes de antaño,
mi guía son mis valores.
Los míos,
los que he ido aprendiendo y recopilando
a los tumbos y porrazos
por la vida,
los que me sostienen
en épocas de crisis,
cuando me voy a caer,
o me voy a fallar.
Mi mejor maestro
ha sido siempre el fracaso.
Juro que voy a seguir equivocándome
cuantas veces sea necesario
para seguir aprendiendo y aprehendiendo
lo mejor de esta vida.






Comenta & Vota