post meridiem

hoy la lluvia se ha hecho acero
y su filo ha desgarrado tu reflejo y tu apariencia

imperfecto entre lo cuerdo y lo insensato
fui responsable
de rasgar con mis pupilas el esmalte que ocultaba tu pecado y tu secreto
y de crear con tu recuerdo una manera recurrente de vivir

hoy el sol varió su rumbo
-nadie sabe-
algo cambió

carreteras animales los dibujos
las hamacas las semillas
los insectos las sonrisas
bicicletas los cerezos los retratos
las miradas los domingos
los ladridos de los perros
las montañas
el invierno flores secas
el estruendo de las pieles
desencuentros despertares
vida misma al fin y al cabo

todo sigue en su lugar de manera discordante
las vivencias que pronuncian las palabras que te nombran han perdido su dureza
y parecen ser molinos despojados por sorpresa de su aspecto de gigantes
ya no busco quien me arranque tu sabor de la garganta

la madera recupera su textura
la adicción a tu deriva ha naufragado entre lo escrito y lo purgado
mientras arden las perseidas del verano
veo la vida obcecada en ser como antes