La mujer de mis sueños

poema de Mark Chafee

Desconozco tu rostro, tu nombre o edad, pero existes en aquel mundo, por desgracia no puedo verte tanto cómo quisiera, ni tampoco puedo pasar el tiempo suficiente contigo, el cuál estoy seguro sería eterno.
Al estar contigo siento una sensación de paz y felicidad mayor a cualquiera que haya sentido estando despierto. En ese lugar, caminamos, reímos y vivimos cómo en ningún otro momento.
Tu dulce y cálida voz me enamoró desde el primer momento en el que apareciste en mis sueños.
Esta noche iré a dormir con la esperanza de volverte a encontrar en mi letargo y con el anhelo de no volver a separarnos nunca más, pero eso sería demasiado conveniente por mucho que lo desee. No obstante esta vez me aseguraré de no olvidar tu rostro cuando despierte.