Rota

Miraba el cristal roto y veía
mi vida en miles de pedazos,
dejaste de abrazarme un día
al siguiente sola y vacía me sentía.

Cruzo miradas vacuas
cruzo calles solitarias
de amargos pechos rotos
de amargas noches perdidas.

Un mensaje destrona
mis emociones altivas
descuelgan de balcones
pellejos de mi alma sin vida.

Se contraen mis sentimientos
en el estomago día tras día
no hay alimento que complazca
el ansia de mis días.

Miro las manos que antes
vivían y tenían
dónde apoyarse, donde acariciar
allí donde las cogían.

No hay ya espejos que reflejen
mis noches y mis días
relojes marcan e insisten
en pasar de minutos a días.

No deseo mirarme
no deseo escucharme
quiero que mi vida regrese
quiero que a mi alma besen.

Àngels Almazán
24/04/2016