Solos.

Nos vamos quedando solos y es una gran verdad.

Se tiene familia, amigos de ayer, de hoy, buenos y que son familia con el tiempo, unos tienen hijos y una generación que seguirá en evolución.

Pero, habemos otros que desde que nacimos sabíamos que teníamos esa familia, esa que no se encontraría jamás en otras personas, era el amor verdadero, la tibieza de un abrazo, la palabra de ánimo, el saberse unido a alguien desde antes incluso de nacer y ese gran amor que para nadie más se será porque es único y tan real como el Dios mismo.

Esos otros, como digo, jamás pensamos en irnos de su lado, en estar con otra persona que no fuera ella, porque ella es el hogar, ella es todo lo que un día se deseó tener al lado y no se anheló algo más que verse de frente en los ojos cansados ya de ver este feo mundo pero a la vez orgullosos de haber visto una familia crecer en su entorno y los hijos de su seno ser seres humanos de bien.

Para otros ella fue la brújula que dirigió con todo su amor y fortaleza el camino por donde ir, con ella siempre, a su lado, siempre con la certeza de que se fue feliz.

Siempre he dicho que no he conocido la felicidad, pero he estado tan equivocada todo este tiempo por solo pensarlo que hoy sin ella sí que sé que es dolor y la ausencia de felicidad.

Falta... y como falta La Mamá.

"Te amo Ma".

Anna.
Junio 8. 2022.
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