" Llueve afuera "

poema de Anna.

" Llueve afuera "

*

En cama muy abrigada por el frío que afuera tenía ya indicios de aguacero, una veladora encendida en mi nochero, sólo un sonido de grillos era quien me acompañaba, sola en medio de esa poca luz meditaba en mi vida, nunca desee más de lo que conseguí, mi colegio y los amigos, la Universidad y el largo pero enriquecedor aprendizaje de las letras y su sabor, su sentir en mi.

De un momento a otro un sonido llegó a mi sensible oído, pero no quise mirar, sólo dejé que la noche siguiera su curso, que fuera lo que fuera no me asustara o que sólo me diera la muesta que era una ilusión mía, de mi oído, cuando me abrigué bien de nuevo dejé que todo pasara.

Me estaba ya hundiendo en mi sueño fácil y a gusto cuando el olfato me avisó que era alguien allí, no me asusté sólo me sorprendí cuando pude entender quien era y el porqué .

Me quedé como estatua allí para que creyera que estaba dormida, me dijera con sus sentidos en los míos a qué venía, así fue cuando su mano muy fría atrapó mis dedos tibios aún bajo las mantas, hice como si me asustara pero no me destapé la cara, se lo dejé a él, en ese mismo momento me acarició los dedos suavemente y fue subiendo lento pero firme a mis brazos, me gustaba eso pero aún no quería dejar que sientiera su conquista sobre mi piel.

En un instante alcanzó mi brazo completo aún cubierto con mi saco de lana por el frío, allí me destapé el rostro, lo vi bien y tenía una leve sonrisa que sabía me enamoraba, del lado izquierdo y con esa barba tan profusa por el tiempo se veía hermoso, tenía un sombrero negro que lo hacia ver sus cejas negras más oscuras y lo amé...simple y sencilla lo amé...sonreí también y lo atraje a mi cuerpo, algo nos separaba y se lo quitó, el gabán bajó hacia el suelo y dejó su cuerpo con su ropa común del día a día que me gustaba ver.

Se recostó en mi cama, su cuerpo se posó al lado mío y se pegó tanto como pudo, parecíamos unas estampillas de las del correo de ayer. Uno a uno nuestros poros hicieron un éxtasis de deseo, así mismo los sentidos se besaron suave y lentamente, su boca se perdió en la mía y fuimos más que dos.

Con los ojos cerrados viajamos por un universo de pasión, de deseo que teníamos guardado hacia tiempo, que esperábamos desatar un día que se pudiera por las cosas comunes de la vida de los dos, así, acá solos nos perdimos en caricias, en sudor, fue una suma perfecta de sus ansias de ser mi hombre y que yo fuera su mujer, sin medir nada, sin pedir nada, sin más que los gustos de ambos y esa noche de invierno para dos.

Pasó todo, casi ...porque él dejó para el final lo que más rara me hacia sentir, entre los dos y el pacto había algo que no nos gustaba a ninguno desde hacia un tiempo, era esa frase que a otros sí porque era parte del momento, del sentimiento tal vez...pero nosotros no lo necesitábamos, ese momento no lo requería y así era mejor para los dos, tanto que nos sobraba y no lo expresabamos jamas, pero ....él pensó que si era bueno en este y cuando lo iba a expresar lo mire firjamente a los ojos y se lo puse en sus labios, sus bellos labios con los míos.

Lo entendió ...porque hizo lo mismo y así dedicamos el resto de la noche a estar muy juntos, bien abrazados, unidos de las manos y los rostros frente a frente.

La veladora aún ardiendo suave, el sándalo por todo el cuarto, el frío ya no era tan frío aunque sonaba la lluvia afuera, un gato encima del tejado corría de huida y los dos con las mentes abiertas el sueño de ser uno de nuevo mañana en la mañana para así despertar al día con un gran beso de amor entre los cuerpos de los dos.

Nuestras pieles esperaban ser conquistadas ....pero ....sería mañana, cuando el nuevo día llegara y nos viéramos otra vez a los ojos más llenos de sentimiento, más felices y plenos que el día anterior, la lluvia era quien aportaba la música de fondo siempre para desatar este amar que nos tenía juntos ya hacia tiempo, uno que sería eterno por ser un amor de almas, de cuerpos, se ser, de poesía ...de los dos.

...llueve afuera ....

* Ángel *
Noviembre 13. 2019.

* A mi dulce y amado Velero *