Jesús.

Hubo una vez un hombre que vino al mundo a cambiar la realidad de lo que en ese momento histórico se vivía.

Fue, es y será siempre, un guía en la vida de los que lo tomamos como El Maestro, enseñó, demostró con su amor que todos somos iguales ante los ojos del Padre, lo que más he aprendido de su presencia es que con amor y por amor de verdad podemos seguir adelante aunque la adversidad nos atrape por un largo o poco tiempo.

Jesús de Nazaret es mi mayor ejemplo del amor, obedeció a Su Padre en todo, hasta llevar su vida humana al peor de los sufrimientos con su muerte en la cruz.

Eso es precisamente lo que aprendí, en medio de la más tortuosa oscuridad de mi vida, supe que me amaba y que como una especie de agradecimiento a su entrega y sacrificio por mí debía ser leal a sus palabras, la vida cambió de rumbo y hoy tengo la certeza de que solo con Él y por Él un día iré a ese lugar que muchos esperamos conocer y disfrutar en compañía también de los más amados, en mi caso de mi amada Madre.

Dios sabe cómo poner los caminos de todos directo a la gloria eterna y aún siendo duros y muy largos en penas, se sabe que al final por la fe se puede llegar a Él.

Por el amor que le tengo reproduje este dibujo de Jesús de Nazaret, se llama originalmente" El león de Judá” como una alusión a la obediencia de Jesús, al Padre como cordero y de León como ser fuerte y tenaz en seguir las pautas que dio Dios Padre a su vida por nosotros.

Ese es el mejor ejemplo que he recibido de Jesús, la obediencia y el amor a Dios como modelo de vida y soñar un día con la paz.

Amar a Dios sin necesidad de pregonar alguna religión, que el amor a Jesús lo sea.

Anna.
Octubre 8. 2.022.
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