Rezaré
poema de Andygom
He muerto unas cien veces
bajo el yugo de una mano,
me levanto luego de qué reces
cómo sí un santo fueses.
Me volví creyente de la vida
y empecé a ansiar la soledad;
me he dado cuenta del disgusto,
pues no hay gozo, ni disfruto.
Vagando me encuentro
en un pequeño gran desierto;
y la puerta aparece, más no entro
aunque anhelo el despierto.
No suelo encontrar el llanto
en el sentimiento herido,
me rezaré cómo a un santo,
por todo lo que he vivido.





