Los caminantes.

Los caminantes.
(Confesión)
Caminas, caminante,
cerca, muy cerca a mi lado del camino,
y cuando, caminante, pasas, yo sonrío.
Caminante, vos no sabes…
Todo lo que en un instante yo hube visto.
Y es que tontamente tus ojos me reciben,
caricia al viento y a la vez micromachismo,
y sin embargo, no es reclamo, amigo mío…
Pues me gusta sentirte, sí,
tu mirada pegándose al contorno del vestido.
Y sé que llegarás a casa un tiempo luego
y que tu mano recorrerá un duro camino,
pues llevarás, aún fresco en la memoria…
El arco de mi espalda, la curvatura a lo prohibido.
Espero, pues, que tú lo goces
con cada respiro, suspiro o algún gemido,
pues no sabrás, ni yo nunca te diré…
(a menos que leas poesía en algún sitio)
que yo lo calculé, sí,
cuando pasaste a mi lado por aquel camino.
Y es que me gusta que tus ojos se pierdan, caminante,
inocentemente donde nunca deberían,
desde el arco de la espalda hasta mis piernas,
pasando por mis glúteos y el vaivén de mis caderas…
En un simple coqueteo constante, indirecto e indecente.
Comentarios & Opiniones
Interesante inicio, provocadoras, motivadoras letras.
Puede ser más empresionabel para la común mentalida, pero.
Mi curiosidad es muy grande, veremos qué ocurrencias en las siguientes presentaciones.
Buen saludo.