El Dios Mercurio
Quinientos años
Cinco mil años
Números sin sentido
con infinitos muertos
La esperanza congelada
en metano, helio
y dióxido de carbono
que innunda el cementerio
Explosiones asesinas cabalgan
como truenos
sobre un orgullo desértico
El hombre proseguirá su andadura
en un eterno destierro
como andariego perpetuo
Colonizando mundos
creando seres
El poder de ser y hacer como el Dios del firmamento
Se nos dio como impuesto
Parece más una tortura
Una sentencia
de vagar por los infiernos
El sentido del don de la vida
o el fracaso en una inmortalidad maldita
que pasamos a
nuestros herederos
La magia de un mundo
con sonrisas
Y
sin lágrimas
con un ser que abrace tus sueños
Infaltil pero el único consuelo
de un fatigar incesante
en que se convierte este respirar
Que más da la cifra de vida
que este mirar adelante
o el mero instante
Dejar que pase los años por delante
en paz con tus semejantes
disfrutando de la tierra fertil
del agua fresca en los labios
Y morir cantando
En este milagro en expansión
fui invitada un tiempo
feliz y amargo
Porque como mi final
me anunciaron
también el final de todo lo que veía
Además vi tanto sufrimiento
que a veces era duro soportarlo
El Dios Mercurio cubierto de vida
hecho cenizas
inunda el camino
Tumbas que infunden misterios
que reemplazan unos huesos a otros huesos
El agua siembra los huertos
Para
Sentir el sentido
de los sentidos
para no ser vencido
26/06/2021
©Dikia
Comentarios & Opiniones
"La esperanza congelada en metano, helio y dióxido de carbono que inunda el cementerio"
Excelente!, muy original y reflexivo, me encanto la temática de su poema, gracias por compartirlo y saludos a la distancia
Fander muchas gracias por tu comentario un placer saber que te gusta