EL VACIO.

Hoy la lluvia me guía hacia el entierro,
A visitar lo que ya está muerto, lo que no resucita y ya no existe.

Lo que un día sufrió, vivió y dio ciegamente mientras era envenenada por dentro, un veneno tan exquisito que era algo tan letal al instante.

Algo que solo podría estar acompañado de la soledad, dolor, irá, engaño y de emociones hacia ti, corriendo todo junto hacia un vacío sin fin.

Pero la muerte la llamo y con ella se fue todo, al menos sé que descansa, pero lo doloroso es que aun estando muerta solo usted es su mayor amor, que ni la muerte ni la tumba le pudo arrancar