ALGODÓN CAMBIANTE

poema de FLORO

Insuperables maestras
de la metamorfosis.

Caprichos incesantes sus siluetas,
en un instante simulando
la cara de ratón
y en el siguiente,
el semblante de un felino

Misterioso secreto
el de las nubes;
nunca satisfechas
de sus caras de nube
tratando simular lo que no son.

Su vocación natural es transformar
ese cuerpo de algodón que exhiben
presumidas,
en lluvia que amamanta la vida del planeta

Lluvias benditas, bienvenidas,
muchas veces celebradas.

Lluvias otras veces torrenciales asesinas,
aniquilando a su paso hombres ,sus casas
y sus templos,
extrañamente crueles
frías como las siluetas de sus madres,
en la gélida noche de un dos de enero.