Brisa de recuerdos
Una brisa juguetona yo vi,
al compás de mi nostalgia bailaba...
¡Descarada se reía de mí!
Pensé en eludir que me preguntaba
por esa sangre en batalla perdida,
dolía que mi olvido recordaba.
Brisa si bien es vieja conocida
nunca le otorgué tantas concesiones:
de morar, juzgar y evocar mi vida.
Alto le argüí sin muchas pretensiones
que mi errar aceleró mi vejez,
caminando caí hartos corazones.
Los pisé frío sin turba ni estrés,
tal vez por tierno, tal vez por codicia,
mi naturaleza dañó otra vez.
Me esmeré en arengar a la Justicia
y terminé siendo injusto con ellos,
los sobrevivientes de mi inmundicia.
Y hoy tú me enfrentas, te tiras al cuello,
vuelas cínica rebuscando adónde
fueron las almas que casi degüello.
Gritas si mi apatía las esconde,
tan fuerte y grave que pareces viento...
¿Tanto las echas de menos? ¡Responde!
Si lo hicieras sería un mal momento,
extravié el rumbo entre cardos y espinas...
¿cambiarías, vida, con un “lo siento”?
Mi castillo asediado está ya en ruinas,
mis piernas son paja, mi pelo plata,
Brisa, sé que el negro velo avecina.
Sigue recordando, que mi mente ata
hilos cada vez más finos y puros,
no me iré como hombre que sólo mata.
Déjame antes poder estar seguro
de que valgo un poco más que un centavo
que pagó cada deuda y cada apuro.
Brisa, no es mucho el tiempo que recabo,
al menos comparado al que gasté:
dame unos trescientos años y acabo.
Brisa, permite a este anciano sin pie
no caer antes de pedir perdón,
luego iré contigo como juré.
Brisa, luego iré a silbar tu canción,
me iré a cuidarlos, y hablaré de ti...
¡Todos sabrán que tienes corazón!





Comenta & Vota