Palabra.

Amanecí con su palabra adormecida
en la boca, me dolía el pecho,
como un vació consumiéndome la fuerza,
atravesé el ensueño de la vida, ahora se que
es mentira, tanta ilusión vana a la sombra del
olvido.

Su silueta vaga por donde yo me escondía,
oculta del mar de travesías para no morir en
la lujuria del deseo, incauto por la cobardía
de un impulso frenético a la pasión.

Lejana... yo era tan lejana a él, pero
resurgíamos de la melancolía de encontrarnos,
y era dolor, un vivir deshabitado, peldaño
a la imprudencia del ver gozar a la tristeza.

Lo ame a deshoras, cuando no tenia que hacerlo
y me impedí amarlo mucho más, cuando
el sereno beso no me dijo nada,
cuando no sentí el llamado de su voz.

Todo es real, me di cuenta,
sólo es la forma de mirar la idea
en la entraña voluble de la fantasía

He pasado por valles
oscuros, remotos en la soledad,
escuchando al mundo hablar tonterías,
nada que les quite el yugo a la vergüenza.

Nadie ríe como el que sabe crear el
mundo alterno de sus vidas con la
palabra entumecida en la garganta del
sueño,
¿acabarán con el miedo de mis noches?