Mis letras reclamaban ser el sonido de su voz .

De la luz caen las risas
pasajeras, las risas quedadas en sueños
olvidados por la realidad, lumbreras taciturnas
en una vaguedad sin sentido, corrompido el nervio
soluble que nos ata a la fantasía de amar lo
intangible.

Provocó mi ser en la tempestad del vacío,
congelado remordimiento ahoga mi sentir,
la pura perla ya es negra
la cálida flor ha muerto y
aquella risa, ahora es dolor en llanto.

Huir... siempre huimos,
del peso del tiempo,
de lo monótono y tardío del camino,
de nosotros mismos.

La imaginación habla con mi voz, canta,
grita, susurra y calla al oído de la muerte,
enterremos el corazón lejos, caja palpitante
de recuerdos inservibles, nos duerme a la
espera de la nada.

Algo me dice la vida, fragancias
de sueños que no me quieren perder...
todavía quiero besar el sonoro cantar de la
lluvia, sentirme doliente y feliz por lo que
me hace ser.

Soy aire en el agónico pulso
que lo rechaza, frío y temblor a la calma,
brillo de luna en mar, viaje anhelado en la liviana
alma.